
Cómo sabrán mis compatriotas, esta semana tenemos elecciones generales en Chile. En estas elecciones se elegirá presidente, parlamentarios y consejeros regionales. Hay muchos detalles que destacan, como el fin del sistema binominal en la elección parlamentaria y su reemplazo por el sistema proporcional, y la incertidumbre respecto de la participación ciudadana en estas elecciones, habida cuenta de que vamos ya a cumplir 5 años con voto voluntario y se ha evidenciado la falta de interés de la ciudadanía, reflejada en una bajísima participación de los electores.
La implementación del voto voluntario sigue generando fuerte debate entre quienes quieren mantener el actual sistema y los que quieren volver al voto obligatorio. Yo estoy dentro de los que plantea la última opción, no sólo porque creo que la ciudadanía tiene un deber consigo misma, que es procurarse un buen gobierno que haga cumplir las leyes y satisfaga las necesidades generales de la población, sino porque no podemos alentar una ciudadanía indiferente a la situación que luego quede inerme ante las faltas o abusos de los que detentan el poder político. Creo necesario que la gente participe y el voto es lo mínimo que debería hacerse, ya que mientras no haya mejores formas de participación ciudadana es lo único que tenemos, al menos en Chile.
Sin embargo creo que la vuelta al voto obligatorio no debe significar un retroceso al sistema anterior, esto es, no debe traducirse en una pesada obligación que cumplir, sino en una necesidad que tenemos los ciudadanos de nuestro país para protegernos de los peligros de una autocracia, sea ésta evidente o disfrazada de democracia formal. No podemos seguir pensando en estructuras propias del siglo XX, cuando la demanda de la población es una democracia del siglo XXI. Debemos aprovechar los avances que nos da la tecnología y con ello facilitar el cumplimiento de este derecho y deber ciudadano.
Dicho esto pasó a explicar brevemente algunas ideas que se me ocurren para que el voto vuelva a ser obligatorio pero adaptado a las necesidades y deseos de una ciudadanía qué quiere menos politiquería y ser más escuchada.
Mis (Humildes) Propuestas
Dicho esto, paso a presentar mis propuestas para que volvamos al voto obligatorio, pero con facilidades que hagan más gustoso cumplir este deber:
Voto Electrónico o por Correo
El actual sistema de votación en Chile puede tildarse de anacrónico. Esta idea de tener que concurrir personalmente a una mesa y tener que emitir un voto en papel produce más incomodidad, y es quizá una de las razones por las cuales mucha gente no vota. Podemos tener miles de reparos y miedos frente a la implementación de sistemas electrónicos o que permiten el voto a distancia, pero si queremos facilitar la participación electoral no cabe duda que debemos darle a la población más alternativas para cumplir con el deber cívico. Por eso, se hace necesario implementar sistemas de votación novedosos, con la debida vigilancia para evitar el fraude electoral.
Acercar las Urnas a la Gente
Ahora bien, si aún hay resquemores con mi primera propuesta, otra idea sería ampliar el número de mesas o facilitar el acceso mediante el expediente de una «mesa móvil» que pudiera llegar a lugares apartados, llevando la urna y los útiles de votación a esos lugares para que la gente se evite el tener que viajar. Lo mismo, para la gente que está incapacitada o tiene problemas de movilidad.
(Como sucede por ejemplo en Linares donde todos los colegios electorales están en la ciudad, olvidándonos de los pueblos que están afuera: Palmilla, Pejerrey, Las Obras, Embalse Ancoa, etc.)
Ampliar el Plazo de Votación
No parece muy atrayente la idea de que haya sólo un día de la elección. Pensando en las propuestas antes señaladas creo conveniente que la elección empiece incluso una semana antes para el caso de que la gente que no quiera o no pueda ir el día domingo pueda votar antes, sobre todo los que viven lejos o los que estén enfermos o incapacitados. Para ello, debería haber una urna permanente en algún servicio público para que la gente llegue a votar.

(CC) Sfs90
Cambio de Día de Votación
Esta idea de que las elecciones sean en día domingo no es atrayente. Porque al día siguiente es lunes y hay que trabajar. Sobre todo para los vocales de mesa, que no van a tener descanso. Por ello, propongo que el día (final) de la elección sea el sábado, y el domingo sirva para los rezagados, como señalaré más adelante.
Reforma al sistema de Vocales de Mesa
Una de las cosas que, creo, más ahuyenta es el cumplimiento de esta obligación, que se designa por sorteo y que se asemeja en muchas cosas al servicio militar. Propongo que exista primeramente un llamado voluntario para cumplir con esta función, y sólo en la medida que falten cupos por llenar se asignan obligatoriamente mediante sorteo. Aparte debiera eximirse de cumplir esta obligación a los que fueron llamados en la última votación y a la gente que por edad, embarazo o enfermedad le costare asumir este deber.
Para las urnas móviles que propongo, y para las que se instalen en servicios públicos conforme al voto anticipado o posterior, deben ser funcionarios públicos o gente contratada ad-hoc.
Perdonazo y Voto Posterior
Aquellos que no hayan votado antes de la fecha límite podrían cumplir con el voto dentro de un plazo breve (no más de 5 días), y con ello pueden evitar la multa por no asistir a votar. Pasado ese plazo, se aplica la multa, pero con un descuento decreciente conforme pasan los días de atraso.
Voto Múltiple
La gran mayoría de los ciudadanos no está comprometido 100% con un partido o una coalición en particular, suele moverse entre uno y otro apoyo, y el sistema actual de «un voto, una raya» los hace elegir forzosamente por un solo candidato sin haber un compromiso de verdad con esa opción. Por lo cual propongo que a cada ciudadano se le otorgue un número plural e impar de votos (en mi opinión, tres) para que los distribuye de la forma que estime conveniente entre candidatos, sean de una misma coalición o de distintas agrupaciones.
(Por ejemplo, uno le dé los tres votos a 1 solo candidato, o le dé 2 a un candidato y uno a otro, o reparta los 3 entre tres candidatos)
Otra idea sería instaurar un sistema de puntaje a los candidatos, donde el elector califique con más o menos puntos según su preferencia. Un ejemplo es el Método Borda.
Bueno, estas son mis propuestas para que los defensores del voto obligatorio, entre los que me cuento, puedan hacer mejor lobby.
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